En un tiempo u otro nos toca esperar, ya sea para pagar alguna cuenta, ir al médico, tomar la locomoción, he incluso cuando vamos a ser padres, y la naturaleza humana por lo general es impaciente «no nos gusta esperar», ya que la sociedad nos invita hoy en día a ser más instantáneos, porque nos tenemos que desenvolver en un mundo que no espera.
El pueblo de Israel, se movió tras una promesa donde tuvieron que esperar y como no veían a su líder Moisés, entraron en una desesperación que los llevo a tomar decisiones erradas, trayendo consigo consecuencias impensadas.
Cuando nos toca a nosotros esperar, la espera también nos desespera y no logramos pensar con serenidad y podemos llegar a tomar decisiones apresuradas buscando una respuesta; Aun cuando la Palabra en numerosos pasajes nos invita a esperar: Salmo 40: «Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor’’, nos da una esperanza que este mundo no la tiene, solamente nos resta buscar el favor de Jehová y confiar que aunque tardará, esta llegará. Habacuc 2:3.
Solo esperamos que pasados los días ( 40 días esperando a Moisés) tengamos plena seguridad que el que ha empezado la obra en nosotros, nunca dejará nada a medio terminar, aunque a veces nos toca esperar el tiempo que Él estime conveniente.
Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a Mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. Éxodo 24:12
Pastor Marco Zambrano IPA Collipulli
