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El liderazgo es un Don – Tema 1

A partir de esta semana, el Portal IPA estará publicando un estudio denominado «Pastoreando el Liderazgo», escrito por nuestro amigo y parte de la IPA Jonatan González, quien desinteresadamente ha dispuesto su tiempo para aportar a la IPA desde tierras lejanas.

Comenzamos esta semana con «El liderazgo es un Don»…  esperamos que lo disfruten

Es vital poder entender la tarea que somos llamados a realizar. Desconocer el origen de nuestro llamado trae como consecuencia un débil desempeño presente y un opaco desarrollo futuro.

A luz de las escrituras el liderazgo es un don de Dios otorgado a la iglesia para la bendición del cuerpo de Cristo. Romanos 12:6-8 NVI dice: “6Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado…8si es el de dirigir, que dirija con esmero”.

Liderar (dirigir) es una “gracia” es decir un don o “carisma”, por eso como cualquier otro don, se manifiesta por voluntad de Dios para bendición del cuerpo de Cristo. Cuando hablamos de liderazgo espiritual a la luz de este texto, debemos considerar al menos 4 cosas:

Primero, el liderazgo espiritual no está condicionado por nuestros talentos innatos sino por la acción del Espíritu en nuestra vida. Por ejemplo Moisés el gran líder de Israel, teniendo problemas para comunicarse verbalmente, dijo: “soy poco elocuente y se me traba la lengua” (Ex.4:10 DHH); Ante lo cual el Señor le respondió ¿Quién le ha dado la boca al ser humano? ¿Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿Acaso no he sido yo, el Señor? Por tanto, vete. Yo estaré en tu boca cuando hables y te indicaré lo que tienes que decir. (Ex. 4:11-12 DHH). Como líder espiritual debo entender que mi facultad no se base en mis conocimientos o habilidades pre-adquiridas sino en la gracia que soberanamente Dios ha puesto sobre mi vida.

Segundo, el liderazgo espiritual debe ser ejercido para bendición del cuerpo de Cristo. Romanos 12:5 BLPH “de la misma manera nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y en ese cuerpo cada uno es un miembro al servicio de los demás”. Como líder espiritual debo entender el liderazgo como mi servicio a mis hermanos en Cristo. De hecho esa fue la definición de liderazgo que vivió y compartió Cristo con sus discípulos. La tarea que Jesús me confía como líder de mi iglesia local es cuidar del bienestar de aquellos a quienes dirijo. Eso no lo puedo hacer si me veo a mi mismo como un jefe, sino únicamente como un siervo.

Tercero, el liderazgo espiritual tiene una forma específica de ser ejercido. La escritura dice que el que tiene este don de dirigir “debe hacerlo con esmero”. Esto significa que debe hacerse con solicitud, disposición, la versión TLA dice “poniendo en ello todo nuestro empeño”.  Como líder espiritual debo entender que la tarea que Dios me ha encomendado requiere que sea diligente. El hecho que tengas el don de liderazgo no garantiza que seas un buen líder. Tampoco es garantía el tener el título de líder.  Lo único que te asegura que lleves adelante bien tu tarea como líder es la actitud con la cual ministras, sólo esto te llevará a ser eficiente en tu tarea.

Cuarto, El líder espiritual cultiva una equilibrada imagen de sí mismo.  Rom. 12:3 PDT dice “usen su buen juicio para formarse una opinión de sí mismos conforme a la porción de fe que Dios le ha dado a cada uno”. El líder espiritual debe tener un concepto equilibrado de sí mismo. Si se te suben los humos a la cabeza, o si estas teniendo problemas de baja autoestima, lamentablemente afectará directamente el bienestar de aquellos a quienes diriges. La única forma que tienes de mantener el equilibrio interior es echando mano a la porción de fe que Dios te ha dado. Echas mano a tu fe, para entender que todo cuanto logras es por la gracia de Dios; Echas mano a tu fe, cuando sigues en la batalla a pesar de sentir que no eras capaz. Lideras debido a la gracia que te ha sido dada; asimilar tempranamente esta verdad te da equilibrio.

¿Cómo entiendes tu liderazgo?

¿Cómo lo estas ejerciendo?,

¿de qué manera te afecta en lo íntimo?

Oro para que el Señor te empodere con su Espíritu. Un fuerte abrazo, en el amor de Cristo…

pastor Jonatan G.

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