Editorial

Cuando el Silencio Habla

Una de las tareas más difíciles para los padres es pedirles a sus hijos que guarden silencio, en especial cuando estos son niños e hiper-activos, no hay manera que estén quietos, pero al llegar la noche o la hora de su siesta reina un silencio que pareciera que aún hay ecos en el aire y nos damos cuenta que en realidad solo queda un espacio vacío y solo por un lapso de tiempo, que cuando no están, extrañamos esas risas y juegos que le dan vida al hogar.

Es así como ningún Teólogo, seminarista, y por qué no para muchos predicadores le son familiares las palabras de Jeremías ‘’Clama a mí, y yo te responderé….» Jeremías 33:3,  y no hay ninguna objeción de que es nuestro Dios, el que trata de hablar con cada uno de nosotros, pero estamos viviendo tan apurados, que no somos capaces de detenernos y guardar silencio para escuchar así su respuesta; lo único que él espera es que podamos estar serenos para poder escuchar lo que a diario nos quiere transmitir y de esa forma darnos cuenta que en todo lugar él ha estado preocupado de cada uno de nosotros y hacer real su palabra en nuestras vidas, donde nos impacta positivamente: Mateo 6:6 ‘’Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu padre que está en secreto; y tu padre que ve en lo secreto te recompensará en público.»

Sin duda estamos en un mundo globalizado que no guarda silencio de día ni de noche, a raíz de todo lo que estamos viviendo a diario, nos resulta hasta incómodo estar en silencio, ya que estamos tan acostumbrados al ruido que pasa ser parte de nosotros, pero es tan necesario guardar silencio para atender con claridad lo que Dios está comunicando. Es verdad que no podemos aislarnos, tampoco ser indiferentes a los tiempos que vivimos pero insistimos en ….Cerrada la puerta…,  es necesario tener un tiempo a solas con Dios en donde él nos hablará y nosotros tendremos que oír y atender a los dichos de su boca.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir