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El Rincón del Misionero Urbano Urbano – Semana 4

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“23 Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho… 31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.” Hech. 4:23,31

Un buen misionero (a) es parte de una comunidad de apoyo, es miembro activo de una familia espiritual. No creemos en los llaneros solitarios, en aquellas personas que creen que solos van a hacer TODAS las cosas. Necesitamos recibir el apoyo de nuestra familia espiritual, necesitamos aprender a trabajar en equipo y darle la gloria a Dios.

Nuestra familia espiritual nos apoya en oración, es nuestra red de apoyo, nos ayuda a cubrir necesidades básicas, nuestra familia de la fe nos anima, nos alienta, nos reprende, nos enseña. Es difícil hacer la obra misionera si no contamos con una familia espiritual que nos este respaldando.

Un buen misionero nunca se olvida de su familia en la fe y mantiene un fuerte lazo de unidad y agradecimiento. Vamos a tener éxito en esta tarea porque el Señor está con nosotros, vamos a tener éxito en nuestro trabajo porque contamos con hermanos y hermanas nuestros que estarán apoyándonos totalmente. Este trabajo es tan importante que no podemos prescindir de esta ayuda tan maravillosa de nuestra iglesia, nuestra familia. Toma un tiempo en los próximos días y bendice a tus hermanos y hermanas y dale las gracias por su apoyo y oración.

1. ¿Será bíblico decir no es bueno que el misionero (a) este solo?

2. ¿Cuáles son los beneficios de ser parte de una familia espiritual?

3. ¿Cómo fortalecemos nuestra relación con nuestra iglesia?

4. ¿Por qué el trabajo en equipo es más eficiente?

5. ¿Recuerdas a alguna persona que te ha ayudado en tu formación a quien deberías tomar un tiempo y agradecerle?

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